Bio, el reciente estreno del cantante madrileño Alejandro Sanz, una propuesto distinta a la que ha presentado en anteriores ocasiones pero que permite descubrir al hombre detrás del personaje público que se ha ganado, durante tres décadas, el cariño del público que lo sigue y que se ha enamorado con sus letras y su música.
Bio, uno de los tracks de su siguiente álbum, Sanz articula un sorprendente ejercicio de libertad expresiva conducido por la palabra y aliñado con piano, cuerdas y acústicas que confluyen en una estrofa final ajena a dobles lecturas.
“No me gustaba el fútbol, pedía ser el portero, en mi escenario imaginario siempre ganaba seis cero, pasábamos malos tiempos pero teníamos huevos para ganarle al miedo y un pedacito de cielo”, se escucha en una de las estrofas.